El cantor de la Guerra de Troya en la Ilíada, y de las aventuras de Ulises en la Odisea, fue Homero, quien nació probablemente en la isla de Chíos (S. X).
Según la Ilíada chocaron sus armas griegos y troyanos por espacio de nueve años, sin que los primeros pudieran tomarse a Ilión (Troya). En el décimo hubo una querella entre Agamenón y Aquiles porque el primero arrebató al segundo una cautiva que le pertenecía por la suerte de los combates. Aquiles protestó indignado y sin que valiera la intervención de Néstor para apaciguarlo, se retiró con su tropa al campamento dejando todo el peso de la guerra a Agamenón. Animados los troyanos por esta circunstancia embistieron con más furor derribando multitud de griegos. Luego de muchas súplicas, Aquiles resuelve entregar las armas a su amigo Patroclo para que vaya a combatir. En un encuentro con el valiente troyano Héctor, Patroclo muere y su cadáver es arrastrado por escarnio.
Sabido esto, Aquiles monta en cólera, sale a vengar a su amigo y jura que arrastrará el cadáver de Héctor tres veces en torno de los muros de Ilión y que lo dejará insepulto. Viste la armadura que le regala su madre Tetis, la cual lo hace invulnerable menos en el talón y sale a combatir con salvaje furor. Héctor, forzado a pelear con Aquiles, cae herido de muerte batiéndose valientemente. Cumple Aquiles su juramento arrastrando el cadáver de su rival, y solo cuando Príamo, el rey de Troya, en persona le pide de rodillas el cuerpo de su hijo para darle sepultura, accede a entregarlo, pero se pacta que Aquiles tome de esposa a Polixenes, hija de Príamo. Mas en el momento de la boda, Paris, hermano de Héctor, dispara una flecha envenenada al talón de Aquiles, secreto que le ha enseñado Apolo, y el héroe griego sucumbe.
No pudiendo tomar la ciudad por las armas, los griegos apelan a la astucia y al engaño. Construyen un enorme caballo de madera, lo confían a Sinón y fingen abandonar los campamentos. Sinón aconseja a los troyanos que, en vista de que los griegos se han retirado disgustados con la diosa Minerva, entren en la ciudad el caballo pues está consagrado a aquella diosa y les conviene reconciliarse con ella. Solo el sacerdote Laocoonte sospecha el ardid y dispara una flecha al vientre de la máquina: La leyenda dice que en castigo de su impiedad, salieron del mar dos serpientes que lo ahogaron con sus anillos. Sinón abre el vientre del caballo, del cual salen al punto los guerreros que allí hay ocultos, abren las puertas de la ciudad y le pegan fuego. Aquí termina la Ilíada.
La Odisea trata de las aventuras de Ulises, quien de regreso a su patria una tempestad arroja sus naves a la isla de los Lotófagos, cuyos frutos hacen olvidar la patria a quienes los comen. Una segunda tempestad lo arroja a Sicilia en donde logra salvarse del gigante Polifemo y de los cíclopes, gracias a un ardid. Pasa a Ea, donde la maga Circe transforma en puercos a sus compañeros, siendo necesaria la intervención de Mercurio para volverles su forma humana. Las sirenas tratan de seducirlo al abismo del mar, pero él no hace caso de sus cantos fatales. Por fin, al cabo de 20 años de ausencia vuelve a su patria en donde le espera su fiel esposa Penélope, la cual ha sido asediada de pretendientes a quienes ha distraído de muchos modos, el último de los cuales es el concurso de tiro. Disfrazado de mendigo se presenta Ulises al concurso y pone a los pretendientes de su esposa en vergonzosa fuga.
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